Asistí al cierre de la famosa consulta a los pueblos indígenas, conformidad es lo que menos podía verse en el animo de las distintas organizaciones o mas bien asistentes, si bien al momento de hablar o tomar la palabra requisito fundamental al parecer de los oyentes era venir en representación de alguna comunidad con nombre rebuscado y con pasaje de bus rural en mano, de esa manera se lograba legitimidad inmediata frente al publico.
Nos decimos respetuosos de nuestra cultura y ponemos el saber “oír” como un valor, bueno ese virtud estuvo ausente en la mayor parte de la conversación, muchos estaban como niños ansiosos de entregar la tarea al profesor para demostrar lo buenos alumnos que fueron.
Cuando un peñi o lamien se levantaba y tomaba la palabra de inmediato un cuchicheo general: "A este lo mando la DC", "Este otro es Socialista infiltrado de autonomista", "Este peñi quiere hacerse conocido por eso habla tanto", etc.
Pensaba en mis domingos en misa y los argumentos que te dan los feligreses para defender al Cura, puede estar predicando en ropa interior pero te recuerdan que lo importante es la palabra, el mensaje, no el mensajero.
Muchos mapuches ponen la religión como guía en su accionar como mapuche, pero pocos se detienen a escuchar lo que el otro puede decir, lo importante que se explica, cuando el poeta Elikura Chihuailaf habla que para el mapuche, su monumento es la palabra no puedo evitar pensar, a que mapuches de refiere?
Entre otras cosas me sentí ajeno, todos los números dicen que la mayoría mapuche esta viviendo en la ciudad son variadas las razones por lo que ocurre eso y ni me viene al caso decirlas, solo es una realidad difícil de invertir.
Pero los mapuches que vivimos en la ciudad éramos los ausentes en la conversa o marginados por ese discurso estupido que dice que los mapuches nacidos en la ciudad están manchados, pero a la hora de pedir recursos el dinero de esa mayoría es gustosamente recibido, que diablos malditos cosmovisionista me parecen igual al cura de la misa.
Al finalizar frente al descontento en la forma en que se realizo la consulta lo obvio tal vez era rechazar la famosa consulta pero se acepta a regañadientes el formulario a llenar que envía el Gobierno, se concede un par de líneas donde se pone este parecer, como si fuera difícil borrar tales líneas antes de entregar el documento a los chicos aliancistas-concertacionistas pro-mapuchismo.
Veo a mis peñis del Wallmapuwen y veo el esfuerzo de hacerse entender en el pandemónium de opiniones, veo como son ninguneados por los gobiernistas quienes por manejar las migajas que entrega el gobierno se sienten en el lado “político del asunto”, pero no pueden evitar el terror de quedarse sin la pega que entrega el partido y al final son instrumentalizados.
Me veo que estoy puro weviando allí, bien por el mejoramiento del camino o por el proyecto de agua potable rural, pero de la educación de mis tres hijos voy a encargarme de que puedan ser grandes personas, sin dejar de ser mapuches sin la bendición del peñi socialista con la migas que entregue el jefe de turno.
