Ya no quedan mundos por conquistar o mundos por descubrir, recuerdan eso de los números periódicos en la escuela, bueno es real y cierto.
Cuanto mas lejos llegaron nuestros viajeros y sus naves exploradoras se dieron cuenta que en los millones de estrellas, las realidades encontradas invariablemente se repetían, consumir un mundo habiendo tantos otros, cuando un planeta era secado había otro para remplazar a este con similares características.
Los nativos eran relocalizados a otro mejor, la justa compensación por su mundo perdido, encontramos tantos que cada familia podía hacerse de un planeta y habitarlo, si hasta se volvía mas barato viajar y habitar tu propio planeta que quedarte pagando los tremendos impuesto y sobre valores en la madre tierra (la matriz).
De hecho llego un momento en que simplemente eras expulsado a otra realidad, para no agobiar la realidad de tus vecinos; “que si este wuevon es mal cliente” ¡pum fuera!, “que si este wuevon acumula muchas faltas” ¡pum fuera!, “que estos son gordos y feos” ¡pum!
Y así nosotros viajamos a nuestro planeta y hacemos nuestra vida no es la gran cosa nuestro hogar, de hecho el tedio se volvió un virus universal que consume nuestros días, nada es suficientemente emocionante para hacer ya toda esta vivido y registrado, otra vez esta historia de los periodos repetidos.
Hoy para almorzar fuimos a buscar nuestra “propia comida” a “cazar” al decir de los antiguos usamos las técnicas habituales para el caso “emocionante” mmm, no en realidad carnes blancas los haces correr un poco se intoxican y caen.
Los comportamientos animales y humanos están absolutamente registrados, las estadísticas nos entregan los resultados antes de hacer esto o aquello, una realidad invariablemente se repetirá y listo.
Si nuestra familia fuera de más dinero nos ahorraríamos la cacería y mi madre el cocinar, nos inyectaríamos los sucesos, hasta el sabor a pollo del animalote antes de consumirlo, nos inyectaríamos el día antes de vivirlo al final es invariablemente repetitivo.
Según mi experiencia en esto de los sucesos y periodos repetidos, me toca lavar la loza y los utensilios de cocina, ya se la sensación y la experiencia, malditas inyecciones para ricachones, mi linaje es invariablemente pobre la maldita calculadora que me acompaña lo confirma a cada instante.
